¿Cómo comprometerte con tu práctica de meditación y convertirla en un hábito diario en tu vida?
- La meditación se trata tanto de un enfoque de tu vida cotidiana como de una práctica más formal a la que le dedicas un tiempo regular.
- Es una forma de organizar su atención en el presente donde quiera que estés, hagas lo que hagas. La meditación se puede hacer sentado, de pie, acostado, caminando, moviéndose o cantando. Puedes meditar en la cama, en el tren o en el autobús, en el baño, en la oficina, en el jardín. De hecho cuando quieras. Si tiene niños pequeños o vive en un piso compartido, la privacidad puede ser un lujo. Sin embargo, el espacio personal es más una actitud mental que un lugar y un conjunto de circunstancias.
- Ten en cuenta que rara vez habrá un lugar y un tiempo perfectos para meditar y que las posibles distracciones siempre estarán presentes de una forma u otra. Se trata de dónde y cómo eliges enfocar su atención.
- La meditación no requiere ningún accesorio especial. Todo lo que necesitas son tus poderes naturales de intención, enfoque y conciencia.
- Las técnicas de meditación que has aprendido en este curso se pueden usar durante todo el día como habilidades para la vida para controlar tus niveles de estrés, recuperar tu energía y ayudarte a mantener una perspectiva uniforme de las cosas.
- Cultive estas habilidades como nuevos hábitos positivos. Por ejemplo, antes de comenzar una reunión difícil en el trabajo, de hacer una llamada telefónica importante o después de hacer algo que fue importante para ti.
- Recuerda que es la experiencia la que crea el cambio, la teoría por sí sola no es suficiente. Comienza a incorporar la meditación en el tejido de tu vida cotidiana. Crea un espacio en casa para tu practica. Integra meditar cómo parte de tu rutina diaria como lo es cepillarse los dientes o ducharse. Velo como una inversión en tu salud y bienestar sin el cual no podrías funcionar correctamente.
- Comienza haciendo sesiones regulares de 5 a 10 minutos en las que puedas mantener cómodamente el enfoque. Observa lo que te sienta bien y date tiempo para construir sesiones más largas y profundas de 20 minutos o más.Ten en cuenta que, como cualquier otra cosa en la vida que vale la pena,requiere tiempo y que siempre lo que te propongas lo conseguirás.
- A medida que practiques más la meditación, descubrirás que es algo que naturalmente quieres hacer porque te sientes mejor por ello. Meditar a primera hora de la mañana cuando descansas tu mente y tu cuerpo puede ser maravilloso. Es una excelente manera de comenzar el día, especialmente si tienes una agenda exigente. Te ayudará a priorizar, a mantener la cabeza nivelada y ganar claridad de visión.
- Si sueles dormir mal, la meditación puede ser un estímulo efectivo y mejorará tu sueño, despejará tu mente y hará que tu energía se remueva. Meditar al final del día, después de que termine tu trabajo, te ayudará a separar tu mente del estrés de las cosas del día, relajar tu cuerpo y desconectar tus pensamientos repetitivos diarios. Hacer una breve meditación de relajación justo antes de acostarse te preparará para una buena noche de sueño.
- Todo lo que necesita es unos minutos en tu apretada agenda. Todo es más fácil de lo que parece. En cuanto empieces a experimentar los beneficios de la meditación te harás adicto a ella.