Como es arriba, es abajo: este es uno de mis mantras de vida, ya que es un simple recordatorio de que lo que sucede en mis patrones de pensamiento, creencias y sentimientos se corresponde directamente con lo que percibo en el mundo físico exterior. Por eso es tan importante hacer primero el trabajo interno.
La parte difícil es que, en primer lugar, debemos ser conscientes de lo que sucede allí, en nuestro interior, ya que muchos de nosotros estamos plagados de creencias limitantes subconscientes que hemos estado cargando desde la infancia.
Profundicemos en lo que podemos aprender de esto y cómo puedes aplicar la Ley de Correspondencia para encarnar la vida que quieres vivir.
Basado en las enseñanzas ancestrales, y en mi propia experiencia, nuestros pensamientos y sentimientos predominantes a nivel consciente crean la realidad que percibimos.
A nivel físico, pensemos en un árbol, un ejemplo sencillo. La apariencia externa del árbol es el resultado de lo que sucede debajo de la superficie en las raíces. Si las raíces del árbol están constreñidas y no recibe suficiente alimento de la Tierra, su crecimiento se ve afectado. Si las raíces del árbol tienen todo el alimento necesario de la tierra, crecerá a su máximo potencial. El dosel y el fruto del árbol estarán sanos y exuberantes.
A nivel mental, piensa en tu estado de ánimo. Si tus pensamientos predominantes se enfocan en un estado de carencia, nunca te sentirás abundante. Si siempre está preocupada por tus dolores y molestias, nunca te sentirás saludable. Si tus pensamientos predominantes son negativos o están llenos de ira u hostilidad, el mundo a tu alrededor aparecerá de esa manera.
La felicidad o la infelicidad es un estado mental y un reflejo directo de los pensamientos predominantes en los que te enfocas. Eventualmente, los pensamientos negativos se convierten en una profecía autocumplida. Cuanto más negativa eres acerca de ti, más negativo te parece el mundo exterior.
En un nivel espiritual, todo lo que se piensa en un nivel consciente tiene un origen correspondiente en el nivel espiritual. En otras palabras, todo está conectado y en correspondencia. El macrocosmos se encuentra en el microcosmos y viceversa.
En otras palabras, no necesitas el mundo externo para hacerte sentir emociones elevadas porque no controlas tu realidad de esa manera. La felicidad es un trabajo interior.
Para aplicar la Ley de Correspondencia en tu vida, prueba estos 6 sencillos pasos:
Si no te gustan las situaciones que ocurren en tu vida, es debido a los pensamientos y sentimientos predominantes que circulan por tu mente.
En mi vida, me paro para notar y observar para poder ver mis patrones. Por ejemplo, si tengo un día o una semana particularmente malos o me siento desafiada con algo, hago un inventario de lo que estoy pensando. Muchas veces me encuentro volviendo a viejos patrones de creencias autolimitantes como “No soy lo suficientemente disciplinada”.
La creencia de que no es lo suficientemente disciplinada proviene de una experiencia desafortunada que tuve cuando era niña, en la que me etiquetaron y me malinterpretaron. Quien soy no se define por las opiniones o palabras de otros.
Eche un vistazo de cerca a los pensamientos que están impulsando la percepción de tu realidad. Mira todos los aspectos de tu vida, como tu salud, relaciones, finanzas, carrera, etc. Son imágenes especulares de tu mundo interior. Pregúntate, “¿qué pensamientos, actitudes, creencias y comportamientos están impulsando cómo percibo mi vida en estas áreas”? Fíjate y observa.
Es hora de aceptar la responsabilidad de cómo ves lo que sucede en tu vida porque es un reflejo directo de tus pensamientos predominantes. Cuando cambias tus pensamientos, cambias tu realidad.
Obsérvate cada vez que notes un pensamiento que no es constructivo y en su mayor bien. Las únicas limitaciones que experimentamos son las limitaciones que creamos en nuestra mente. No permita que sus pensamientos se vuelvan locos.
Cambia las preguntas que te haces en tu interior por otras más enriquecedoras. Un cambio de preguntas como “¿Por qué no puedo hacer esto?” a “¿Cómo puedo hacer esto?”
Cada vez que me sorprendo diciendo: “No soy lo suficientemente disciplinada”. Solo sonrío y me niego a dejarme definir por una vieja creencia limitante. Si estoy lidiando con un problema desafiante, me pregunto: “¿Qué puedo hacer diferente para salir adelante?”
Siempre encuentro una manera cuando reformulo la pregunta de una limitante a una expansiva. Me ayuda a concentrarme en todas las posibilidades positivas frente a lo que restringe o limita mi percepción de las cosas.
Documenta lo que estás experimentando en un diario. Puede ser liberador. La escritura es terapéutica y sanadora.
Usa tu diario para realizar un seguimiento de tu progreso, declarar pensamientos y afirmaciones positivas, y expresar gratitud por todo lo que está agradecida en tu vida.
Fomentar la gratitud es una de las mejores maneras de aumentar tu estado general de felicidad. Tiene el vínculo más fuerte con el bienestar mental sobre cualquier otro atributo que puedas cultivar desde adentro.
Una investigación reciente muestra que la gratitud magnifica las emociones positivas y bloquea las emociones tóxicas, lo que te permite concentrarte en los aspectos positivos de tu vida. Tiene un efecto inmediato en tu estado de ánimo ayudándote a ser más resistente al estrés y aumenta tu sentido de autoestima sacando lo mejor de ti.
Cuando me siento atascada inmediatamente me voy a conectar con la naturaleza. Para mi es una manera de llenarme de luz y cambiar mi estado de ánimo.
¿Qué te hace a ti sentirte feliz? ¿Qué acciones cambian tu estado de ánimo?
No te sientas agobiada o limitada por tus percepciones de la realidad actual. Crea una distancia cero entre donde estás hoy y donde quieres estar.
Prueba este sencillo ejercicio:
Haz esto periódicamente a lo largo del día.
Para reafirmarte en la persona que quieres ser medita, reafirmandote en creencias poderosas. Aquí te dejo algunos ejemplos de afirmaciones y una de mis meditaciones guiadas para que practiques: