La meditación puede eliminar el estrés del día y traer paz interior. Si tienes estrés o te sientes con ansiedad, tensión y preocupaciones, dedicar unos minutos a la meditación puede restaurar la calma y la paz interior.
La meditación se ha practicado durante miles de años. La meditación originalmente estaba destinada a ayudar a profundizar la comprensión de las fuerzas sagradas y místicas de la vida. En estos días, la meditación se usa comúnmente para la relajación y la reducción del estrés.
La meditación se considera un tipo de medicina complementaria cuerpo-mente. La meditación puede producir un profundo estado de relajación y una mente tranquila.
Durante la meditación, enfocas tu atención y eliminas la corriente de pensamientos confusos que pueden estar abarrotando tu mente y causando estrés. Este proceso puede resultar en un mayor bienestar físico y emocional.
A continuación te dejo una meditación guiada para Calmar la Mente.
La meditación no es lo mismo que intentar alcanzar un determinado estado, como la relajación. En cambio, se trata simplemente de tomar consciencia de nuestro cuerpo a través de la respiración, para simplemente observar, cutivar la ecuanimidad.
Se trata de notar y aceptar experiencias en el momento presente, sin juzgar, ya sea una emoción intensa, sensaciones en el cuerpo, el ritmo de tu respiración o pensamientos flotantes.
En lugar de pensar en la atención plena como una meta, es útil pensar en la meditación consciente como un músculo que estás ejercitando. Como cualquier otro músculo, se necesita tiempo y práctica para desarrollarlo.
La mayoría de las veces tenemos la mente agitada porque nos enganchamos a pensamientos del pasado que nos generan emociones negativas o, por el contrario, a pensamientos del futuro, que no son mas que proyecciones que nos generan estrés y ansiedad.
Para tener la mente en calma debemos enfocarnos en el momento presente. Eso requiere de plena consciencia, y lo que nos ayuda a ser más conscientes es la meditación.
La mente nos juega malas pasadas, generalmente nuestros pensamientos están descontrolados y creemos que son ellos los que nos dominan y que no podemos hacer nada al respecto. Esta es una creencia errónea, ya que podemos hacer mucho, hasta el punto de calmarlos, observarlos y orientarlos hacia lo que más nos conviene.
En la práctica de la meditación se aprende esencialmente a eso, a controlar nuestra mente, para ver con una mayor claridad la realidad, lo que experimentamos y las sensaciones que nos genera cada vivencia. Cuando nos acostumbramos a estar más presentes, nos volvemos más flexibles, con una apertura mental que nos lleva a poder adquirir aprendizajes ante cualquier dificultad o adversidad.
Cuando ejercitamos la costumbre de estar presentes, gracias a la meditación, aprendemos a gestionar y calmar nuestras emociones, sin ningún tipo de temor ni de rechazo. En cada situación podemos concentrarnos para prestar atención con todos nuestros sentidos. Sentimos cada respiración, para calmarnos cuando algo nos genera intranquilidad, escuchando a nuestras necesidades.
En conclusión, a través de la meditación conseguirás centrar la atención y guiarte hacia una vida plena consciente.
Las investigaciones han demostrado que la meditación tiene un efecto positivo sobre el estrés, la ansiedad , la depresión y el dolor. También puede mejorar el sueño.
En general, nuestra respuesta natural es alejar las experiencias desagradables. Sin embargo, esto a menudo no funciona para hacernos sentir mejor o aliviar la ansiedad. Una alternativa es “hacer espacio” para las sensaciones negativas o positivas, y aceptarlas en cualquier momento en particular.
Sobre todo, no te desanimes si practicar la meditación es difícil al principio. Como cualquier otra disciplina, la meditación se simplifica con el tiempo. Recuerda: Cuanto más practicas meditación, más fácil se vuelve.
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